Metodologías activas aplicadas a la participación infantil

Por Ilse Daniela Martínez Rodíguez

La participación de las niñas y los niños es el eje rector y motor de nuestras acciones, por ello,  impulsamos acciones para visibilizar a la comunidad infantil en busca de su reconocimiento como ciudadanos con voz en la toma de decisiones sobre la transformación y diseño de sus espacios, su comunidad y su ciudad. Contar con un marco pedagógico sólido es fundamental para lograr el objetivo. 

Promover y motivar un rol activo y autónomo en el desarrollo de niños y niñas es de vital importancia en nuestra actualidad por varias razones. Esta habilidad favorece el desenvolvimiento en el medio a partir de la autoconfianza para iniciar y para dar forma a ideas y planes propios. Es la capacidad para tener opiniones, gustos y tomar decisiones propias. La autonomía permite tener un pensamiento crítico y reflexionar sobre la conducta; en resumen desarrollar aspectos como la autoestima, la seguridad o la libertad de pensamiento.

Para ello es necesario el involucramiento de actores y actrices que incidan en estos procesos facilitando un cambio de enfoque para el trabajo con niñas y niños, haciéndoles partícipes en los procesos de aprendizaje. Por ello, en Exploradores de la Ciudad retomamos algunas metodologías pedagógicas en nuestro trabajo con las infancias. Aquí te presentamos cinco metodologías pedagógicas desde las que partimos para la construcción de nuestros proyectos y talleres con niñas y niños.

Método Montessori

Creado por la doctora y pedagoga italiana María Montessori. Se centra en despertar la actividad infantil a través de estímulos, colocando los elementos adecuados a su disposición. Este método se caracteriza por tener  abundante material didáctico adaptado a las etapas de desarrollo de la infancia, el material se distingue por ser autocorrectivo, invitar a la repetición y permitir la desición del niño o la niña sobre qué material trabajar y en qué momento.

Con el fin de adquirir la capacidad de realizar por uno mismo las tareas propias, el aprendizaje se constituye de cuatro áreas: aseo personal y sociabilidad, sensorial, lenguaje y matemáticas. Para motivar la comunicación se ponen en práctica asambleas semanales, las cuales son dirigidas por los niños y niñas de los grupos, siguiendo una rutina.

Método Waldorf

Surge en alemania por el educador Rudolf Steiner, tiene como puntos centrales el arte, el trabajo manual, el juego libre y el aprendizaje experiencial, pues considera que el desarrollo de la psicomotricidad es clave para el pleno desenvolvimiento de la cognición. No cuenta con materiales didácticos preestablecidos, sino que estos se van diseñando por el centro educativo respecto a las necesidades y ritmos de niñas y niños. Tampoco cuenta con libros de texto, sino que cada estudiante va construyendo el suyo con las correcciones del profesor o profesora y la retroalimentación de los compañeros. Lo que genera un aprendizaje grupal y colaborativo.

Método Decroly

Creado por Ovide Decroly pedagogo, psicólogo, médico y docente belga. Este método se compone de un proceso de aprendizaje de tres fases: 

Observación- se realizan ejercicios sensoriales, manipulación de elementos en el medio, búsqueda de características en común y comparaciones, que llevan a la formulación de una hipótesis.

Asociación- se generan preguntas cómo ¿A qué se parece?, ¿Qué tiene en común

con …?, ¿Con qué podemos relacionarlo?

Expresión- Los conocimientos, descubrimientos y sentimientos del proceso anterior son manifestados mediante lenguaje, expresión musical y trabajos manuales.

Para la realización de materiales didácticos y juegos educativos se retoma lo disponible en el entorno, como piedras, ramas, hojas o material de reciclaje.

Método Freinet

Desarrollado por el pedagogo francés Célestin Freinet, el punto central de este método es el contacto con el medio como herramienta educativa. De lo cual surgen las reconocidas clases paseo en las cuales las y los estudiantes salen del aula, están en contacto con el ambiente y realizan testimonios orales y escritos de lo observado, estos testimonios constituyen el texto libre, se comparten con toda la clase y de manera democrática son elegidos y corregidos para colocarse en el diario escolar y ser difundidos con otros compañeros, familias o hasta otros centros educativos.

Los procesos democráticos de esta metodología no terminan ahí, al igual que en el método Montessori, se realizan asambleas en las que niñas y niños expresan críticas, propuestas, felicitaciones sobre el proceso educativo y toman un listado de acuerdos.

Pedagogía Crítica de Freire

Surge del cuestionamiento del pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire, hacia metodologías educativas que mantienen a los sujetos en un papel pasivo y poco crítico de los procesos educativos y sociales que les rodean. Es por tanto que se basa en herramientas como la participación social y la comunicación horizontal, teniendo como ideal la transformación de la realidad social.

Defiende una enseñanza en conexión con el entorno geográfico, social y económico de los educandos. Para esta pedagogía enseñar no es transferir conocimiento sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción, a partir de propiciar las condiciones para que las niñas y niños puedan asumirse como seres sociales e históricos, pensantes, comunicantes, transformadores y creadores.

Trabajar desde los ejes de la autonomía, la democracia, la comunicación y la participación de las infancias es imprescindible para Exploradores de la Ciudad en la construcción de procesos integrales y congruentes con las necesidades y deseos de las infancias en sus entornos. Estas metodologías sustentan la práctica de experiencias dedicadas al acercamiento de niñas y niños con el espacio público, la generación de condiciones para el reconocimiento del mismo e involucramiento con la comunidad, que resumimos en los siguientes puntos:

  • De Montessori retomamos la adaptación de materiales, actividades y ejercicios, no solo a las edades de niños y niñas, sino a sus habilidades y contexto.
  • En Waldorf, valoramos el juego como uno de nuestros principales ejes, fundamental para el desarrollo en la infancia.
  • Con Decroly, miramos el aprendizaje como un proceso en el que es necesario darle atención a cada una de sus fases.
  • Con Freinet, facilitamos la exploración del espacio público por parte de las infancias, con el fin de que puedan identificarlo e incidir sobre este.
  • Y finalmente con la pedagogía crítica de Freire, buscamos implicar no solo a las infancias sino a todos los miembros de la comunidad de manera activa.

Les invitamos a seguir nuestros proyectos y enterarse más sobre el uso de estos métodos.

Fuentes